En la Feria Internacional del libro de Guadalajara se puede ver que “el futuro del libro está asegurado”, en palabras de Mario Vargas Llosa, premio Nobel de literatura 2010. En efecto, esta feria, la más importante de Iberoamérica, tiene en FIL niños un espacio mágico, donde no faltan momentos de alegría como en los espectáculos didácticos, animados por titiriteros de todo el mundo, granjeros locos que tocan el banjo o bandas de rock que parecen salidas de minecraft. Tampoco carece de diversión y aprendizaje en los talleres sobre ecología, finanzas o tecnología, por citar algunos. Y mucho menos le hace falta libros. La Feria es un sitio donde nos divertimos y plantamos la semilla del amor por la lectura.
Los alumnos de SEK Guadalajara dieron evidencia de lo anterior con su visita a la Feria: bailaron música country mientras les explicaban qué es melodía, ritmo y armonía, aprendieron a elaborar objetos que llevan tras de sí una enseñanza para la vida, como una alcancía y el valor que tiene lo que obtenemos con nuestro esfuerzo. Emocionados, no dejaban de asombrarse por un libro más interesante que el anterior. En síntesis, la FIL es el lugar para divertirse, desarrollar la imaginación, descubrir nuevos mundos, aprender y desarrollar el gusto por la lectura.
Alejandro Villaseñor
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